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Las causas del envejecimiento cutáneo la podemos distinguir en una línea debida al progresivo deterioro metabólico y al hecho de que el envejecimiento esté probablemente determinado genéticamente. Esto es lo que llamamos reloj biológico.
Pero además, también hay una serie de factores externos que justifican que individuos de edad similar muestren grados de envejecimiento muy diferentes, como son la exposición al sol u otras fuentes de radiación, la polución ambiental, la situación hormonal, la nutrición, el consumo de alcohol y tabaco, el estrés, etc.
No obstante y aunque actualmente las clasificaciones no se hacen por edad, sino por diversos signos que aparecen en la piel (con unos cuidados constantes y convenientes encontramos personas de edad madura con una piel joven) se pueden hacer estas distinciones por edades.
A los 30...
Empiezan a aparecer las primeras arrugas; se manifiesta el fotoenvejecimiento temprano y pueden verse poros abiertos, así como acné o mínimo acné cicatrizado.
A esta edad, los tratamientos que más se suelen recomendar son los peeling químicos superficiales y dermoabrasión que mejoran las posibles cicatrices de acné y mejoran el aspecto general de la piel; las cremas antiarrugas; y para las personas que gesticulan mucho es conveniente alguna sesión de toxina botulínica ya que retrasa de forma importante la formación de las arrugas.
A los 40...
El fotoenvejecimiento cutáneo ya es de carácter moderado y pueden aparecer manchas oscuras, llamadas lentigos. La queratosis es palpable pero todavía no es visible, pero comienzan a marcarse líneas paralelas a la sonrisa y arrugas en movimiento.
Los tratamientos para esta edad son el peeling químico superficial de forma programada, el relleno de arrugas, el empleo de la toxina botulínica con una periodicidad de entre seis y ocho meses, las cremas antiedad y la prevención a base de preparados de soja y antioxidantes orales.
A los 50...
En la década de los 50 se producen una serie de cambios hormonales como consecuencia de la menopausia y suelen influir directamente en la piel. A los 50 el fotoenvejecimiento es avanzado y disminuye el espesor y la celularidad de la dermis y la epidermis. Surgen diferencias de pigmentación, arañas vasculares y la queratosis ya es visible, al igual que las arrugas sin movimiento.
Un peeling profundo y la acción del láser resurfacing mejorarán el aspecto de la piel en general lo que proporciona al profesional un marco adecuado para tratar problemas concretos. Por otro lado, con la radiofrecuencia se conseguirá mejorar la flacidez. Respecto a la disimulación de las arrugas, sobre todo de la zona peribucal se aconseja hacer una remodelación labial, rellenar los surcos nasogenianos y las comisuras bucales. El tercio superior se hará con toxina y relleno en las arrugas más profundas. Finalmente para reconstruir el óvulo de la cara se emplea la mesoterapia facial y radiofrecuencia.
A los 60...
Los síntomas del paso del tiempo son mucho más marcados: fotoenvejecimiento severo, aparición de arrugas en toda la cara, piel seca, atrofia cutánea, flaccidez, hirsutismo y arañas vasculares, entre otras.
Para esta etapa de la vida se recomienda la mesoterapia facial con ácido hialurónico y vitaminas que mejorarán la elasticidad, la turgencia y el tono de la piel y mantendrán una correcta hidratación que estimula la actividad celular. También están indicados los complementos nutricionales a base de ácidos grasos poliinsaturados (omega3) para una correcta hidratación y conservación de la epidermis; antioxidantes y antirradicales libres: vitaminas A-E-C, glutation, zinc, selenio y Beta carotenos. Y por otro lado, destacan los tratamientos despigmentantes como el peeling y láser y las cremas, los rellenos de arrugas, la toxina botulínica o las cremas reafirmantes. by Beauty Coach
La dieta es fundamental para mantener una buena función antioxidante. Clave en la alimentación es recomendar un alto consumo de frutas, verduras y ensaladas, repartirse en cuatro o cinco veces al día, agua abundante y mantener un peso adecuado.
Complementos nutricionales: vitaminas y antioxidantes.
Ejercicio físico practicado de una manera regular y de forma adecuada es determinante en la mejora de salud y el bienestar de la persona. Se recomienda combinar un ejercicio aeróbico con un entrenamiento de fuerza.
Protección solar adecuada. Aunque se repite constantemente, es la principal causa del envejecimiento cutáneo y de las lesiones malignas.
Limpieza diaria de la piel complementado con peeling mecánico una o dos veces por semana.
Uso de cremas adecuadas para cada edad: hidratantes de día y nutritivas de noche.
Seguir el consejo de su médico o profesional estético especializado que adecuará el tratamiento dependiendo del tipo de piel y sus características personales.
1.-Edúquese a sí mismo: No se conforme con un artículo de prensa, televisión o internet, debe comprobar y ver los certificados oficiales que le indiquen que está en una clínica autorizada de medicina estética.
2.-Pida todas las explicaciones: El médico estético o el personal cualificado le realizará siempre una visita y diagnóstico completo antes de cualquier tratamiento. Así mismo, le explicará bien todo el procedimiento, limitaciones y posibles complicaciones. Consulte siempre con su médico acerca del "consentimiento informado" que debe firmar.
3.-La mejor curación es la prevención: Si empieza a pensar ahora en cómo será dentro de diez años y consulta con su médico-estético, este le indicará la mejor forma de iniciar hábitos de vida saludable para sacar mejor partido a sus tratamientos actuales y que el paso del tiempo sea lo menos nocivo posible para su salud y su imagen.
4.-Evalúe las alternativas: Pensar en los posibles métodos de intervención y, en caso de duda, lo ideal es optar por la solución menos invasiva. Es cierto que las técnicas suaves tienen resultados suaves, pero también leves complicaciones. Y siempre puede optar por la solución más invasiva cuando usted lo tenga claro.
5.-Diga no a la belleza “rápida e inmediata”: Debe tener cuidado con quien promete demasiado, cuídese de los milagros, de los magos y sobre todo debe tener confianza en el consejo del profesional experto, aunque no sea lo que usted quiere oír. No insistir en "algo más".
6.-Solicite información: la documentación y el nombre del profesional responsable de su tratamiento y otros datos( nº de colegiado, títulos etc..) del personal cualificado que le atiende, detalles de las técnicas de tratamiento realizadas, de los medicamentos o productos sanitarios y de los equipos utilizados (composición, marca, etc.)..
7.-No dé por sentado el resultado: No debe ir al centro médico estético como si fuera un paseo o algo inocuo, es un tratamiento médico, por tanto, usted debe pensar y reflexionar, como lo haría ante cualquier otro profesional de la medicina.
8.-Explique el objetivo estético de su consulta: Debe describir claramente al médico estético qué quiere lograr, cuáles son sus expectativas y asegurarse de que éste lo ha entendido. Debe pedirle que le informe si la medicina estética es capaz de lograr el resultado esperado y a través de qué medios.
9.-No se apunte a modelos inalcanzables: Hay que ser realista, las figuras mediáticas famosas y modelos muchas veces no son “reales”, en cambio, pida que le ayude a sacar el mejor partido de sus rasgos y condición.
10.-Contacte sólo con profesionales certificados y titulados.
>Si tienes una cita especial o un acontecimiento y quieres lucir una piel más b...onita y sana, quizás quieras conocer algunos tratamientos que mejoraran tu aspecto en tiempo récord.Hoy día hay muchos tratamientos faciales que con una sola sesión o pocas sesiones ya puedes notar tu piel mucho mejor. Por tanto, no debemos dejar de cuidar nuestra piel hay que cuidarla a diario aunque factores genéticos o el estrés diario nos afecten de sobremanera.
La microdermoabrasión con cristales de aluminio: es un peeling superficial que mejora el aspecto de la piel ya que elimina la capa superficial de la piel donde se localizan las imperfecciones.
– Peeling químico: hay muchos tipos, cada uno indicado para un problema diferente y un tipo de piel.
– Fotorejuvenecimiento con láser o luz pulsada: hay varios dispositivos que usan las últimas tecnologías para rejuvenecer la piel del rostro y del escote.
– PRP: procedimiento inocuo e innovador mediante el cual se obtiene un poco de sangre de la hilos-tensores paciente, se centrifuga y se separan la parte rica en plaquetas y factores de crecimiento. A continuación se inyecta en el rostro. El resultado es un aspecto más joven, más iluminado, sin efectos secundarios ni cambios radicales.
– Mesoterapia: el empleo de vitaminas mediante un tratamiento de mesoterapia en el rostro también hace que se active la producción de colágeno, favoreciendo que la piel luzca más sana y elástica.
– Botox: está muy de moda y es un clásico, pero como todo, se debe usar con moderación. En la cantidad debida y en las zonas necesarias, puedes conseguir un aspecto más joven de una forma muy natural.
– Rellenos con hidroxiapatita cálcica: la idea de usar este material es que actúa atrayendo el agua hacía él, lo que hace que aumente la hidratación en esa zona y transformando la piel en una más joven y con más volumen.
– Hilos tensores: llevan ya un tiempo en el mercado pero siguen siendo novedad. Como su propio nombre dice, tratan de aportar la tensión en la piel allí donde por el paso del tiempo se haya perdido. Es un método nada invasivo y con unos resultados muy buenos.