Cosméticos de Historia

La preocupación por el cuidado de la belleza y el arte de seducir transformaban sus vidas en auténticos y grandes rituales de belleza y fabricación de recetas y trucos para realzar su majestuosidad. Presentes desde la antigüedad hasta nuestros días, aquí os lo contamos...

Se ha podido comprobar como las mujeres del paleolítico ya usaban la arcilla para embadurnarse el cuerpo y el cabello. En la tumba de la reina Shub-ad 5000 a.c. encontraron fórmulas para preparar ungüentos y aceites de belleza. Los griegos recomendaban baños aromáticos y masajes a diario. Sus mujeres coloreaban con polvo de oro sus caras y usaban peligrosos maquillajes hechos de una mezcla de albayalde con cera, aceite y clara de huevo. Con los egipcios la cosmética alcanza su esplendor con largos escritos sobre belleza y maquillaje, se maquillaban varias veces al día, depilaban las cejas usaban khol negro.

Roma heredó de las culturas egipcia y griega  el arte del cuidado personal. Aparecieron los “cosmetriae”, “ornatrices”  especializados en belleza en general. Las mujeres romanas usaban la lanolina también suavizantes formulados a base de extractos de limón, rosa y jazmín; antiarrugas  e hidratantes con cera de abejas, aceite de oliva y agua de rosas y se blanqueaban los dientes con piedra pómez en polvo. Para el mal olor corporal se empleaba esponjas empapadas de sustancias abrasivas como la raíz de la saponaria, la sosa o la ceniza de haya.

La Edad Media,  fueron  tiempos de pobreza, guerras y epidemias y los nuevos pensamientos religiosos considerado como  pecado produjeron un abandono del culto al cuerpo. Finales del S-XIV aparecen los perfumes combinaban almizcle, agua de rosas, madera de aloe, rosa roja, la algalia, lavanda o el agua de flores de naranja.

La Edad Moderna, los tratamientos de belleza se asociaron a la idea de salud ya que el maquillaje aún se consideraba motivo de pecado. Se imponía ya unos “cánones de belleza” en el que el cuerpo debía carecer de vello. Usaban como post depilatorio cosméticos para calmar el dolor a base de aceite de hinojo o azucenas y agua de tocador (decocción de agua, violetas, salvado o de sauce yaltea). El S-XIV impulsó bastante el uso de perfumes.

El SXV y XVI alumbran la gran transformación del Renacimiento, recuperándose los valores griegos y romanos y el gusto por los placeres y la belleza. Los cosméticos con peor olor se fabricaban con grasa blanca de carnero o cerdo y bilis emulsionada. El colorete a partir de escamas desecadas de cochinilla, el lápiz labial con mezcla de escamas, clara, alumbre y yeso blanco. Máscaras de noche con harina de habas.Color cándido con el “albayalde de Venecia” mezcla de albayalde y goma adragante. El S-XVI Catalina Galigai instaló en París el primer Instituto de Belleza.

La Edad Contemporánea, S-XVIII los perfumistas crean y difunden sus perfumes florales de agua de rosa, lavanda, naranjo, jazmín, pachulí, Chipre y productos con fresa, frambuesa, naranja y limón. Continúan preservando su aspecto blanquecino. El S-XX científicos descubrieron los aceites esenciales que aliviaban de inmediato las quemaduras de la piel dando origen a nuevos estudios hasta llegar a la que hoy llamamos La Aromaterapia.   

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